Descripción
978-84-125581-9-7
154 páginas
Tamaño 128 x 175 mm.
La llama poética de Luis García Montero – Pedro García Cueto
Pedro García Cueto, como experimentado investigador de genealogías estéticas, sabe que las etiquetas críticas son, con frecuencia, un tormentoso viaje por los acantilados. Tienen suelo mutable y lastran abatidas en la argamasa de los materiales una indeclinable fecha de caducidad. Al fin, el discurrir temporal consume su semántica y erosiona rasgos. Así ha sucedido con el aserto “poesía de la experiencia”. Se dilucida la cuestión a través del mismo poeta, quien al publicar
Poemas (2004) reflexiona sobre la idea del poeta como fingidor mediante dos sustantivos básicos: artificio y verdad. La asunción de la escritura como invención del personaje asegura la posibilidad de trasmitir vivencias y sentimientos, desgajados del fluir biográfico; por otra parte, la idea de verdad, no remite a la difusión testimonial de un hecho histórico sino a la credibilidad que ha de tener la escritura para que las palabras definan una certeza ética y moral.
Una vez solventada la terminología estética, se recorren con sentido diacrónico los distintos títulos publicados para ofrecer una imagen totalizadora de la palabra lírica de Luis García Montero. A más de un lector sorprenderá la inclusión de
Tristia (1982), un libro que en su primera edición integraba poemas de Álvaro Salvador que después han desaparecido para dejar en las sucesivas compilaciones los poemas personales, como en
Poesía (1980-2005), compendio que cuenta con una grata introducción de José-Carlos Mainer. En cambio no se cita el libro más temprano
Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn, con el que obtuvo el Premio Federico García Lorca de la Universidad de Granada en 1979. Sin duda, como ha confirmado el escritor en distintos momentos escriturales, perteneciente a una etapa de conformación de la voz y aprendizaje. En cambio,
El jardín extranjero (1983) y
Diario cómplice (1987), como resalta el estudioso, ya dejan la certeza de un mundo propio, estimulante, de los que moldean itinerarios completos que recorren el laberinto existencial. De este proceso da cuenta Pedro García Cueto analizando cada libro con retina atenta y minuciosa que busca el bagaje emocional de las composiciones y las variaciones de enfoque que van construyendo el entramado creador. Los análisis sondean las diferentes etapas. Así se confirma una senda al paso con tramos yuxtapuestos.
Las flores del frío (1991) y
Habitaciones separadas (1994) son poemarios nocturnales en los que prevalece el tacto frío de la soledad y la estremecida quiebra de los sueños, tras la bajada al oscuro sótano de la decepción. Como una declaración de amor se entiende el poemario
Completamente viernes (1997) que es el regreso a la claridad, con la luminosa presencia de la amada, ese secreto a voces del amor hecho deseo y celebración que traza la geografía personal de los sentimientos. Este autorretrato de hombre con secreto postula una definición del amor como cántico y celebración, un cálido itinerario que muestra el mundo con la claridad firme de la amanecida. Desde ese horizonte el poeta sostiene la convicción profunda que hace del amor analogía con el quehacer escritural de la poesía.
el autor
Pedro García Cueto (Madrid, 1968). Es profesor de Educación Secundaria en la Comunidad de Madrid desde 2001. Doctor en Filología Hispánica por la UNED y licenciado en Antropología por la misma Universidad. Ha publicado los libros de ensayo literario
La obra en prosa de Juan Gil-Albert (2009),
El universo poético de Juan Gil-Albert (2010), L
a mirada del Mediterráneo, estudio de doce poetas valencianos contemporáneos en lengua castellana (2012),
Juan Gil-Albert y el exilio español en México (2016),
Francisco Brines, el otoño de un poeta (2021). Ha publicado también dos libros sobre cine:
Solos ante el cine (2020) y
Sombras del celuloide (2022), así como tres novelas:
La primavera de nuestro desencanto (2018),
Los bulevares de invierno (2019) y
Renglones en la lluvia (2021); y dos libros de poemas:
El sueño de las alondras (2018) y
La lentitud de la noche (2021). Es crítico literario y de cine y ha colaborado en revistas literarias como Clarín, Cuadernos del Sur, Barcarola, Revista de Occidente y revistas en la red: Ómnibus, Letralia, y otras.
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