En «Si los muros hablaran», Carmen García Moreno ha paseado su mirada de fotógrafa atenta sobre la piel de la ciudad –de muchas ciudades– fijando su objetivo en los carteles que cuelgan o han colgado de sus muros y de sus espacios, recuperando la memoria que encontramos en la publicidad, descubriendo la belleza del abandono, rescatando y dando relevancia a lo que se oculta detrás de lo que vemos en la superficie, a esas imágenes obligadas a taparse unas a las otras peleando por el mismo espacio en que son expuestas. Durante varios años Carmen ha recorrido París, Madrid, Málaga, Granada o Almería con un afán casi arqueológico para reconstruir lo sucedido en cada una de ellas a través de los carteles, a través de lo que quieren decirnos cada una de las páginas del libro para que nosotros, al final de este recorrido, hayamos podido imaginar lo que nos dirían “si los muros hablaran”.